Llegamos un jueves a las 3pm a nuestro alojamiento en Termini, hicimos checking, dejamos las cosas y fuimos a comer. Si hubiéramos llegado antes (no puedo ser por retraso del avión) queríamos haber ido al Coliseo pero cierra a las 4.30 en invierno y no nos iba a dar tiempo a verlo bien. La entrada al Coliseo, Foro Romano y Palatino es válida por dos días, a cada complejo solo puedes entrar una vez pero puedes dosificarlo. La idea era ir al Coliseo el jueves por la tarde y el viernes por la mañana ir al foro y Palatino. Pero no puedo ser.
Así que nos fimos a disfrutar de la gastronomía que era uno de los objetivos del viaje. Fuimos al Ornelli, salimos a 60€, y comimos muy bien, y tienen leche de soja! para el capuchino!
Después habíamos reservado por Airbnb una experiencia para aprender sobre el sprizt. Esto nos dio la oportunidad de conocer el barrio de Pigneto, con bares muy cools para cenar y tomar una copa. El bar donde se hace es pequeñito pero muy mono. Estuvimos solos mi marido y yo, la verdad es que esperábamos que hubiera más gente. Marta nos explicó primero con una presentación sobre el origen de esta bebida, los tipos de sprizt, te ofrecen 2 tapas y tomas 3 cóctels. El último te lo preparas tú. Además nos recomendó sitios para comer o cenar.
Después dimos un paseo por el barrio hasta coger el bus de camino al coliseo y hacer algunas fotos nocturnas. De ahí a casa fuimos en metro, aunque está cerca de Termini estábamos cansados y queríamos reservar energías.
Al día siguiente fuimos a los Museos Vaticanos, mientras nos preparábamos compramos las entradas desde el móvil y luego con enseñar el pdf que te envían es suficiente. Nosotros arriesgamos un poco porque ya quedaban pocas entradas. Si podéis reservar antes de ir a Roma. Le dedicamos 5horas y eso que no fuimos muy lentos. Había bastante gente pero se puede ver. No cogimos la audio guía de los museos pero si volvemos nos gustaría hacer la visita con guía, los grupos van con unos cascos y el guía les va contando. En la Capilla Sixtina silencio y no hacer fotos. Hay personas vigilando si se hacen fotos, y si te ven te pueden hacer salir, vimos como se llevaron a dos por no hacer caso. Comimos en la pizzería del museo, 10€ ración de pizza, patatas o croquetas y bebida. Puedes sacar la comida al patio y comer al solete.
Del vaticano vamos a la galería Borghese, que fueron unos 30 minutos en bus. Para la Galería Borghese también arriesgamos. Nuestro plan inicial era ir el sábado, pero para el sábado no había entradas así que reservamos para el viernes el último turno, de 5 a 7. Si quieres utilizar la RomaPass no puedes reservar online la entrada, pero puedes ver si quedan entradas o no, tienes que llamar por teléfono. Si has reservado para el turno de las 5 te pedirán que retires la entrada de la taquilla antes de las 4.20 sino cancelan la reserva (ya sea que has comprado online o que has reservado por teléfono). En ese rato puedes pasear por el parque en el que está la galería o descansar.
Después del museo fuimos paseando y haciendo fotos hasta la Plaza Navona, con parada en la Fontana di Trevi. Cenamos en el Cul del Sac, tomamos vino de Venetto y el sitio es chiquito pero muy pintoresco.
Al día siguiente fuimos al Coliseo, fueron más de 3 horas de visita haciendo fotos, escuchando al audioguía y disfrutando. Primero hicimos el recorrido de la audioguía por fuera del coliseo y después dentro la escuchamos del tirón, porque la entrada con la RomaPass es distinta a la entrada desde la que empieza la guía, pero eso no tiene importancia, solo que no os volváis locos con eso. Al salir fuimos en busca de pasta fresca al Il Bocconcino, recomendamos la cerveza Re Ale y la pasta que más te guste, ñam ñam!
Dejamos para otra visita el Foro y el Palatino porque queríamos ir a la Basílica de San Pedro… Pero al llegar allí había una cola que daba la vuelta a la plaza. La entrada es gratuita, así que no queda otra que hacer cola. No sabemos si es porque era sábado por la tarde o porqué había tanta cola. Así que decidimos mejor tomar un bus para el Trastévere y parar en el mirador del Gianicolo a hacer fotos. Se nota que tenemos cámara nueva, jeje. Cuando empieza a oscurecer tomamos un bus para bajar y paramos a tomar un capuchino. De ahí bus a Termini. Compramos algo de cena en el supermercado frente a la iglesia de Santa María la Mayor (SimplyMarket) y a descansar. A las 4.30 teníamos el bus para ir al aeropuerto y el vuelo a las 6.30.
Para poder aprovechar el viaje aconsejan no parar a comer sentando y mejor ir andando. Pero nosotros queríamos también disfrutar de la comida y reservar energías cogiendo el bus y metro, que además hacía un poquillo de frío. Al final tienes que adaptar los consejos a cómo quieres que sea tu viaje y tu experiencia.
Aquí os dejo algunos consejos para organizar vuestro viaje a Roma.